martes, 3 de marzo de 2015

Carpe diem

"aprovecha el dia, no confíes en el mañana"


Supongo que esta es la puerta que se cierra después de tanto tiempo, no es una despedida, mas bien es un lapso, un tiempo que se termina para que empiece otro mejor.
Estos son los momentos en los que uno hace un balance y mira para atrás, piensa en todo lo que paso y decide arrancar a vivir de nuevo, a vivir cosas nuevas,nuevos momentos, nuevas aventuras.


Las cosas dieron un giro hace un tiempo, todo lo que quise que me pasara se materializo en un verano que nunca voy a olvidar. La verdad es que para que te pasen cosas buenas tenes que hacer esfuerzos y sacrificios, tal vez mas importantes de lo que te imaginabas, pero siempre van a valer la pena.
No se si tuve suerte, porque creo que hay cosas que pasan porque tienen que pasar; hay personas que tenes que conocer y hay situaciones que tenes que vivir.
Alejarme de todos y renunciar a un verano que se pronosticaba igual a todos los demás me costo bastante. Mi cabeza era un mar de emociones, de a ratos tranquilo y la mayor parte del tiempo tormentoso. No me hallaba, pensaba que esos dos meses iban a ser un infierno...
Hasta que el tiempo todo lo sano, de a poco fui perdiendo el miedo, me encontré con gente maravillosa que me hizo sentir como en casa. Una casa donde no estaba sola, sino que vivían unas personitas con mucho carácter que me pusieron a prueba día a día, también con miedo y desconfianza.
Al final me di cuenta de que no era difícil, que todos tenemos momentos de debilidad y lo expresamos como podemos. La confianza gano al final, al final solo quedaron los problemas cotidianos, las peleas por los vasos, por los juguetes; sin duda el amor y el apoyo mutuo fueron las claves para aceptarnos y entendernos.

La inocencia muchas veces puede ser cruel, pero es pura y clara, muestra todo lo que se esconde a los ojos de personas que la perdieron. Hablo de la inocencia de un niño y la inocencia propia de alguien que sale de la niñez, alguien que comienza a asomarse al mundo de las sombras y el doble sentido adulto. ¿Por que hablo de la inocencia? porque la marca que me dejo este verano fue ver como esta se iba poco a poco; como lentamente desaparecían ciertas barreras en las que uno se siente cómodo pero que tarde o temprano hay que derribar. Sin embargo creo que es necesario que el niño que llevamos adentro siempre guarde un poco de inocencia, te mantiene expectante, te sorprende y deja que vuele la imaginación.
En fin, desprenderme de la nena que fui (y que en ciertos momentos creo ser) fue todo un reto, pero fue la causa de que todo lo que pasó haya sido tan genial.

Cuando supere el miedo a mis nuevas responsabilidades aparecieron desafíos inesperados, de esos que creía que nunca se iban a presentar; los enredos del amor te ciegan de a ratos, te eclipsan y no ves con claridad, pero si sabes entender que solo hay que tranquilizarse y pensar un poco, comprendes que nada es imposible y que al final se puede confiar. Un amor de verano es un amor de verano, no hay que aclarar mucho mas, duele dejar atrás a alguien que seguramente vive a kilómetros de tu hogar, con quien aprendiste muchas cosas nuevas y experimentaste tantas sensaciones que no podes explicar. 
La pregunta es ¿No avanzo por miedo a sufrir mas tarde, o vivo el momento y disfruto al máximo aunque sepa que todo termina al fin? Esa fue mi pregunta un día que las ideas se me habían sublevado en la cabeza; decidí vivir el momento y ser libre de hacer lo que sentía, creo que fue una de las mejores ideas que tome hasta ahora, porque no puedo arrepentirme de nada. Hay personas que te marcan para siempre; sin importar el tiempo que pase se muy bien que nunca me voy a olvidar de todo lo que sentí, y como le abrí el corazón a esos sentimientos.
No voy a mentir, las despedidas duelen y bastante, pero uno no sabe que giros va a dar la vida, no sabe con quien se puede encontrar un día cualquiera a la vuelta de la esquina.

Soy muy feliz, no podría estar mas agradecida por todo, en especial de sentirme acompañada a la distancia por esas personas que siempre están sin importar que. Por sorprenderme siempre y cuidarme, por quererme y aceptarme tal cual soy.
Aprendí a valorar mi libertad, a valorar el esfuerzo que hacen los que te aman (algo que a veces no notamos) y por sobre todas las cosas a valorarme a mi misma y hacerme valer.

Muchas veces lo que menos pensamos que nos va a pasar es lo que termina haciendo que pasen todas las cosas con las que soñamos alguna vez.

Me dijeron que cuando uno ya vivió tantas cosas que logro dejar de lado lo que no es indispensable en la vida, es cuando ya se vio el amanecer.
Seguramente no vi el amanecer todavía, pero vi la salida del sol de formas tan especiales que creo que estoy cada vez mas cerca.




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